No amontonéis
tesoros en la tierra, donde la polilla y la herrumbre los corroen y donde los
ladrones socavan y los roban (Mt 6, 19).
Ahora que estamos metidos de
lleno en el mundial, te cuento Jesús que muchos de mis amigos se lo han tomado
en serio: se nojan, lloran con algunas selecciones. Y lo de llorar no es broma.
Jesús, eso me hace pensar que muchas veces ponemos el corazón en cosas buenas
pero que no son tan, tan, tan importantes. A mi eso de andar de buen humor me
cuesta. Dependo mucho de los demás, de las circunstancias y hasta del clima.
u ¿Qué
es lo que me quita la alegría? Cuéntaselo a Jesús.
Porque donde
está tu tesoro allí estará tu corazón (Mt 6,21).
Jesús, y yo ¿dónde tengo
puesto el corazón? ¿Cuáles son las cosas que valoro como tesoros? A mi me
gustaría poder llegar a decirte que lo que más valoro es tener a Ti en mi alma
llena de gracia. Jesús, ayúdame a guardarte como el tesoro más valioso, a no
perderte tontamente y a no exponerte a que te roben de mi alma por medio de
engaños.
u El
ángel custodio es un buen jefe de seguridad. Pregúntale como poder guardar
mejor tu alma para que siempre esté en gracia.
Propósito: Cuidar el tesoro de la gracia.