“El Hijo del hombre
va a ser entregado en manos de los hombres; lo van a matar, pero al tercer día
va a resucitar”. Al oír esto, los discípulos se llenaron de tristeza. (Mt 17,
22, 23).
Creo que los discípulos no pusieron atención a lo que oían. Jesús
acababa de decir “resucitar”. Quizá su atención llegó hasta la parte de “lo
van a matar”. A mí me pasa a veces igual, Jesús. Me quedo en el esfuerzo a
medias que conlleva ser puntual, constante, dedicado en los estudios, y se me
olvida que después de la muerte sigue la vida. Tengo que morir en mis estudios,
en mis encargos, en mi amistad.
Bueno,
no seamos tan exagerados. Morir, morir… Jesús en la Cruz, de ahí para bajo
ningún esfuerzo es para tanto.
“¿Acaso tu maestro
no paga el impuesto?” Respondió Pedro: “Sí lo paga” (Mt 17, 24-25).
Zafarse. Eso es lo que hace uno para no asumir responsabilidades.
A Pedro le preguntaron: ¿va a pagar Jesús el impuesto o se va a “zafar”? De ahí
viene aquello otro del “zafe”, o cómo le digan en otros lugares. Jesús no se
zafa. Asume sus responsabilidades, también en lo humano. En las noticias a
veces sale alguno al que agarraron por no pagar impuestos. La gente no los paga
para ganar más, y a la larga para llevar una vida más cómoda (pero una
comodidad estresante). Igual pasa cuando uno se zafa de estudiar.
Paga
tus impuestos: se responsable. Que tenga fondos tu Visa de oración, es decir
reza y trabaja con responsabilidad.
Propósito: No
zafarme.