No ha nacido uno más grande que Juan el Bautista (Mt
11, 11).
Jesús, hoy el día va de “Juanes”, que te han querido tanto. Tu
primo, que “perdió” la cabeza por Amor a Ti y se ganó un piropo: Es el
mayor nacido de mujer. Otro Juan, el poeta, San Juan de la Cruz, mañana
es su fiesta, que no se quedó atrás en el Amor y nos instruye en las prácticas
de vuelo: Tras un amoroso lance, / y no de esperanza falto / volé tan alto,
tan alto, / que le di a la caza alcance / (…) Cuanto más alto subía / deslumbróseme
la vista, / y la más fuerte conquista / en oscuro se hacía / mas por
ser de amor el lance / di un ciego y oscuro salto, / y fui, tan
alto, tan alto, / que le di a la caza alcance. El Amor lleva a confiar en
la persona amada, aunque “no se vea”.
·
Dile que estás dispuesto a dar un ciego y oscuro
salto.
Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el Reino
de los Cielos padece violencia y los esforzado lo conquistarán (Mt 11, 12).
Jesús, ¡qué mal tratas a los que te quieren! ¿Por qué será?: Cuanto
más alto llegaba / de este lance tan subido, / tanto más abajo y rendido / y
abatido me hallaba. Jesús, quieres mi esfuerzo, que ponga de mi parte el
“obras son amores”. Pero por una extraña manera / mil vuelos pasé de un
vuelo, / porque esperanza de cielo / tanto alcanza cuanto espera / (…) y
en esperar no fui falto / pues fui tan alto, tan alto. Jesús con tu ayuda
espero un cielo muy alto.
·
Dile a Jesús, cuánto esperas y terminas.
Propósito:
aprender a volar.