sábado, 1 de diciembre de 2012

Segundo día 9ª Inmaculada. Ave María Purísima


En aquel tiempo fue enviado el Ángel Gabriel de parte de Dios (…) y el nombre de la Virgen era María (Lc 1, 26-28).
¡María…! Qué bien suena: María, María, María… Cómo me gusta repetir: ¡María! Nunca me canso. Jesús, ayer comenzó la Novena de la Inmaculada y durante estos 9 días me he propuesto piropear a tu Madre. Si te parece bien, los días que quedan hasta la Inmaculada, tu Madre María será la protagonista de mis ratos de oración del 3+2. Ella, que es tan buena, como en las Bodas de Caná, se encargará de susurrarte en el oído mis necesidades. María, María, María… nunca me canso.
·         Repite muchas veces: Ave María Purísima, sin pecado concebida.
Eres toda hermosa y no hay en ti mancha (Ct 4, 7).
Hace pocos años un petrolero, el Prestige, se hundió frente a las costas de Galicia. Se formó entonces una gran marea negra que llenó el mar manchando todo de chapapote (petróleo). Hace muchos años Adán y Eva cometieron el Pecado Original y desde entonces el mal ha inundado el mundo manchando los corazones de todos los hombres… menos uno: el Corazón Inmaculado de María. Es el dogma de la Inmaculada Concepción de María: la bienaventurada Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de Pecado Original en el primer instante de su concepción.
·         Querer a María es parecerme a Ella ¿Ya me he confesado?
Propósito: confesarme.