jueves, 6 de diciembre de 2012

Séptimo día 9ª Inmaculada. En-AMOR-Oso


No temas María, porque has hallado gracias delante de Dios (Lc 1,30)
Cuenta San Josemaría: Me abordó aquel amigo: “me han dicho que estás enamorado”. —Me quedé muy sorprendido, y sólo se me ocurrió preguntarle el origen de la noticia. Me confesó que lo leía en mis ojos, que brillaban de alegría (Surco 94). Jesús, a mi me gustaría ver los ojos de José cuando miraba a María. Y también los ojos de la Virgen cuando lo veía a José y especialmente a Ti.
·         Dile a Jesús que quieres estar tan enamorado como María.
Dijo María: He aquí la esclava del Señor (Lc 1, 38).
Para ver a la muchacha que tanto le gustaba, un amigo salía todos los días a correr, hasta 3 veces en un circuito de al menos 10 Km, con la esperanza de encontrarla. Ella tenía horarios erráticos. Cuando por fin coincidían entonces aceleraba el ritmo, y la saludaba mientras la sobrepasaba. Entonces de nuevo aceleraba para poder verla más veces. Cada día corría una media maratón a buen ritmo. Ahora esta chica es su novia, a costa de sus rodillas y de su perseverancia. Jesús, yo también estoy enamorado. ¿Se me nota? La oración es perseverar en el amor a Dios, como un enamorado. No solo una vez sino muchas aunque me cueste las rodillas. Como decía un torero que esperaba al toro rodilla en tierra: Mis mejores faenas las he hecho de rodillas.
·         Jesús, que no me canse de decir: “te quiero” y de ponerme de rodillas.
Propósito: pedirle a la Virgen el saber perseverar.