martes, 22 de enero de 2013

Junto a Ti, la mejor playa


Publicado originalmente el 23 de enero de 2011
Paseando junto al lago de Galilea vio a dos hermanos, a Simón, al que llaman Pedro, y a Andrés, que estaban echando la red en el lago, pues eran pescadores; y les dijo: «Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres» (Mt 4, 18).
¿Cuál es el colmo de un pescador?: —Pues que te pesquen. Eso fue exactamente lo que le pasó a Pedro y Andrés: Jesús los pescó ¡Menuda pesca! Pero desde el principio lo tuvieron claro: —¡Hemos salimos ganando! De pescar sardinillas en un mar de nada, pasaron a pescar hombres –y algún que otro lelo–, en el mar del mundo. Sus sueños de pescador (anchoas, arenques) se quedaron cortos.
·        Jesús ¿te sirve un pescado chafa? ¡Esto es lo que hay!
Y pasando adelante vio a otros dos hermanos, a Santiago, hijo de Zebedeo, y a Juan (…) Y los llamó (…) Ellos le siguieron (Mt 4, 21-22).
Una vez abierta la veda de pesca, —¡peces temblad!—, les llegó el turno a la competencia, a los de la otra barca. —¡A mí no me pesca!, pensaron... Y Juan y Santiago se fueron tras Jesús en busca de otro mar, tarareando una canción. Los que les oyeron recuerdan que sonaba algo así como: Tú has venido a la orilla / no has buscado ni a sabios ni a ricos / tan sólo quieres que yo te siga. / Señor, me has mirado a los ojos / sonriendo, has dicho mi nombre / en la arena he dejado mi barca / junto a Ti buscaré otro mar.
·        Lleva la canción a tu oración, a ver qué te dice.
Propósito: Tararear la cancioncilla esa.