viernes, 1 de junio de 2018

Higueras, gatos, perros y mascotas, ¡bendecid al Señor!


Aprended de la higuera de esta parábola: cuando sus ramas están ya tiernas y brotan las hojas, sabéis que está cerca el verano (Mt 24, 32).
Jesús, ¡por fin llegó el verano! ¡Qué ganas tenía! Este año he llegado de milagro. Estoy al límite de mis fuerzas... Y como otros años, al comienzo del verano, me encuentro con los brotes de la higuera, pero también con carteles en las farmacias y anuncios en los periódicos donde apare­ce un perro o un gato con mirada triste: Él nunca te abandonaría. ¡Son tantos los que en verano abandonan a sus mascotas!
Da gracias a Jesús por las buenas notas, por el verano, por el sol, por…
Estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo (Mt 28, 20).
Perdóname Jesús por la comparación, pero pensaba en ti y en mí: Él nunca te abandonaría. Jesús, en verano muchos se olvidarán de ti, te abandonarán... ¡¡Yo, nunca!! Te voy a llevar conmigo de vacaciones al mar y a la montaña y al campamento. Estaremos juntos todos los días del verano, a sol y a sombra, y nos lo pasaremos fenomenal, porque Tú, no eres como yo, Tú sí que cumples tus promesas: Estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo (Mt 28, 20).
Hazte un plan, un horario para los días de verano.
Propósito: Hacerme el plan y no dejar solo a Jesús